Tras superar los tiempos más difíciles del COVID 19, la raza humana ha encontrado la esperanza en la vacunación. Todos los nuevos avances biotecnológicos nos permitieron luchar contra los tiempos nefastos del COVID. Sinceramente, el tiempo era menos y la gente se moría. La humanidad luchaba no sólo por encontrar una causa, ¡sino también por sobrevivir!

Un enfoque multidisciplinar, acciones legislativas más rápidas y el apoyo de la comunidad se convirtieron en herramientas para luchar contra la pandemia. La necesidad de hacer frente a los apremios de tiempo que nos planteaba COVID llevó a realizar un seguimiento de la fabricación de la vacuna, pero también se buscó una aprobación más rápida sin estudiar los efectos a largo plazo de las nuevas moléculas desarrolladas.

Todas las fuerzas intentaban contener la propagación de la amenaza desconocida y las capas de los servicios médicos se desmoronaban. En aquellos momentos, se propusieron y probaron moléculas de vacunas. La enfermedad en sí no se conocía del todo y los efectos a largo plazo sonaban como un agujero negro. Todas las naciones y gobiernos acordaron proporcionar vacunación gratuita para salvar a la gente, sin embargo, desde el punto de vista científico, ha habido un montón de especulaciones sobre cuáles serán todos los efectos a corto y largo plazo de los esfuerzos de vacunación COVID en los individuos.

Después de tres años del primer brote de la enfermedad, ahora los investigadores han empezado a analizar los datos en detalle para encontrar correlaciones y tendencias utilizando diversas comparaciones. Con este nuevo tipo de artículo de Mind the Graph, intentamos ofrecer una visión de los artículos más leídos de revistas de renombre durante un periodo determinado. Nuestros expertos van a revisar los artículos, preparar representaciones gráficas y servirlas para comprender mejor nuestros puntos de vista. No queremos que se pierda ningún buen artículo ni ninguna actualización tecnológica sobre la que podamos arrojar luz.

El artículo de investigación que presentamos esta semana se titula, "Aumento de los eventos cardiovasculares de emergencia entre la población menor de 40 años en Israel durante el despliegue de la vacuna y la tercera oleada de COVID-19" y habla principalmente de las urgencias cardiacas observadas en la era posterior a la vacunación COVID y las compara retrospectivamente con las urgencias cardiacas COVID.

Antes de empezar a asomarnos a la metodología y la observación del artículo, empecemos por adquirir una comprensión básica del proceso científico de desarrollo de vacunas.

Vacunas: ¿qué son?

Según la definición del diccionario, las vacunas son pequeñas partículas inmunógenas, suspensiones de microorganismos o toxinas debilitadas, muertas o fragmentadas u otros preparados biológicos, como los que consisten en anticuerpos, linfocitos o ARN mensajero (ARNm), que se administran principalmente para prevenir enfermedades. Cuando el cuerpo humano se expone a partículas antigénicas debilitadas, éstas tienden a generar la respuesta inmunológica del organismo huésped, pero no necesariamente la enfermedad.

Las moléculas de la vacuna se asemejan a los patógenos e inducen una respuesta inmunitaria para activar los linfocitos B productores de IGg y conducen a la generación de memoria para la producción de anticuerpos contra la molécula. Este mecanismo ayuda a los seres humanos a obtener protección a corto y largo plazo contra la infección. Las vacunas COVID también son desarrolladas por empresas farmacéuticas para protegernos del pronóstico letal de la enfermedad y de la muerte.

Complicaciones COVID

El virus SARS COVID 19 ha amenazado de raíz la existencia humana. El artículo destacado del mes habla de diversas complicaciones cardiacas causadas por la enfermedad durante su ciclo de infección y sus efectos a largo plazo. Los autores, Christopher L.F., Eli Jaffe y Retsef Levi, de Israel, han ofrecido un breve resumen de las complicaciones cardiovasculares creadas por el COVID.

Mencionan que la coagulación sanguínea, el síndrome coronario agudo, la parada cardiaca y la miocarditis son efectos secundarios frecuentes de COVID. Se han notificado casos de afectación orgánica múltiple en la COVID y durante los cuidados posteriores a la COVID. En los ancianos, se hace difícil bifurcar el efecto de la enfermedad y el efecto de la edad y las condiciones clínicas preexistentes. Así pues, el estudio presentado por los autores llama ciertamente nuestra atención debido a las condiciones de emergencia médica imperantes.

Los autores observaron que tiene que haber cierta correlación entre el aumento de las urgencias recibidas por el teléfono nacional de emergencias y el calendario de vacunación. Sin embargo, se requería un diseño de estudio meticuloso y complicado para comprender las finas líneas entre el impacto post-COVID o el impacto de la vacunación, o los resultados relacionados con la edad y las emergencias.

Desafíos a los que se enfrentan los investigadores - diseño del estudio 

El artículo de investigación se basa en una encuesta retrospectiva basada en la población de los servicios de gestión de emergencias en Israel. El objetivo de este estudio es explorar cómo las fuentes de datos adicionales, como las de los servicios médicos de urgencias (SME), pueden complementar los sistemas de autoinforme de vigilancia de las vacunas para identificar las tendencias de salud pública relacionadas con el COVID-19.

En sus propias palabras," Utilizando un conjunto de datos único de los Servicios Nacionales de Emergencias Médicas (SEM) de Israel de 2019 a 2021, el estudio tiene como objetivo evaluar la asociación entre el volumen de llamadas al SEM por paro cardíaco y síndrome coronario agudo en la población de 16 a 39 años con factores potenciales que incluyen la infección por COVID-19 y las tasas de vacunación."

Los investigadores utilizaron modelos de regresión binomial negativa para analizar los recuentos semanales de llamadas de urgencia e intentaron relacionarlos con la primera y la segunda dosis de las vacunas COVID. Todas las fuentes de datos eran centros nacionales de recogida de datos.

Observaciones 

Se descubrió que estaban significativamente asociadas con las tasas de la 1ª y 2ª dosis de vacuna administradas a este grupo de edad, pero no con las tasas de infección por COVID-19. Los autores no sólo sugieren las observaciones de la investigación, sino también algunas implicaciones políticas. Sugieren intervenciones gubernamentales y la concienciación de pacientes y médicos.

Aunque indican todos los indicadores críticos, también han descrito la limitación del estudio, que se basa en datos agregados que no incluyen información específica sobre los pacientes afectados, incluidos los resultados hospitalarios, las comorbilidades subyacentes, así como la vacunación y el estado positivo a COVID-19.

Cuidado con el gráfico rinde homenaje a los autores por su magnífico trabajo y su contribución a la comunidad científica. Comparta su magnífico trabajo y pediremos a nuestro equipo que lo destaque con un resumen gráfico. Hagamos ciencia.

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