Cuando empezamos nuestra vida académica, se nos exigen muchas cosas. Medimos el éxito en la ciencia por la cantidad de artículos que hemos publicado. Así, empieza la carrera por conseguir que nuestra investigación esté terminada.
Ya vemos por qué es tan importante publicar nuestros trabajos. Para conseguirlo, hay que recorrer un largo camino haciendo experimentos y recopilando datos, por no hablar de pasar por revisores y editores de revistas. No es moco de pavo.
Sin embargo, con el fin de conseguir publicar se perdió el propósito que había detrás de hacerlo. Al principio, un artículo publicado significaba:
- Una buena pregunta
- Experimentos bien diseñados
- Datos pertinentes para la pregunta
- Análisis y debate que aportaron nuevos puntos de vista sobre el tema de estudio.
- Una contribución a la Ciencia y al mundo en que vivimos
No hace falta ser un genio para darse cuenta de que esto no es siempre lo que ocurre.
Según un estudioLos artículos publicados son leídos por una media de 10 personas. Y eso no es todo. 82% de los artículos publicados ni siquiera se citan una vez; de los que se citan, sólo 20% se han leído.
¿Se imagina tener todos los problemas para publicar un artículo y que no lo lea nadie más que los autores, los revisores y los editores de la revista?
Ése es el destino de la mayoría de los periódicos.
Entonces, ¿por qué medimos el éxito de la ciencia por el número de artículos que publicamos?
¿Se imagina que midiéramos nuestro éxito de otra manera? ¿Quizá por el número de personas que leen nuestros artículos y los citan?
Si esto fuera cierto, habría que hacer algunos cambios. Por ejemplo, necesitaríamos una forma mucho más sencilla de explicar nuestros estudios. Los investigadores estarían interesados no sólo en publicar sus resultados, sino también en asegurarse de que son fáciles de entender.
Si echamos un vistazo a cómo se comunican las revistas, veremos que algunas de ellas ya están cambiando sus instrucciones de publicación. Hoy en día, las revistas solicitan mejores figuras/plots e incluso resúmenes gráficos.
Quizá sea el momento de pensar un poco diferente sobre por qué y a quién publicamos nuestros hallazgos. Dentro de unos años, tener muchos trabajos publicados pero ninguno leído podría significar que no has triunfado en la Ciencia.
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