La especie humana siempre ha estado en contacto con las enfermedades a lo largo de la evolución. La mayoría de las enfermedades no tienen un impacto extremo en nuestra salud y nuestros cuerpos son capaces de luchar por sí mismos. Aunque los patógenos evolucionan hacia una forma más resistente, el ser humano ha encontrado la forma de mejorar la medicina y salvar muchas vidas. Sin embargo, algunas de las enfermedades actuales todavía nos asustan. A pesar de las mejoras de las técnicas médicas, la cura de muchas enfermedades sigue siendo un misterio. Es el caso del VIH.
Científicos de todo el mundo han estado intentando descifrar el virus VIH para entender cómo podemos combatirlo. Tras años de pequeños pasos hacia su cura, parece que necesitamos dar un paso atrás y mirar al pasado del virus.
Nuno Faria y sus colegas de la Universidad de Oxford estudian el nacimiento de una enfermedad que nunca muere para intentar desarrollar una cura. A medida que avanza su investigación, se han ido descubriendo cosas curiosas sobre el virus VIH.
Tras recoger muestras de 800 personas infectadas por el virus del VIH en África, Faria construyó el árbol genealógico del virus. El resultado determinó que todos los genomas del VIH comparten un ancestro común de hace más de 100 años.El origen del virus VIH en torno a 1920 ayudó a los investigadores a rastrear una ciudad en la que podría haber aparecido el virus: Kinshasa, en la República Democrática del Congo. La historia nos dice que esta prometedora ciudad cambió con la construcción del ferrocarril y las trabajadoras del sexo, dos formas de transporte que el virus del VIH encontró para propagarse.
Originalmente, existen dos tipos del virus VIH: El VIH-1 grupo M y el VIH-1 grupo O. El VIH-1 grupo M fue el que se propagó desde Kinshasa a todo el mundo. El VIH-1 grupo O, por otro lado, se originó cerca pero nunca se propagó, permaneciendo en África Occidental hasta nuestros días.
Faria cree que la evolución de ambos grupos podría ayudarnos a entender cómo se desarrolla esta enfermedad. Se centra en las diferencias entre los grupos y en cómo puede determinar los siguientes pasos del virus.
Descubrir el pasado del VIH podría ser la respuesta para cambiar el futuro de este virus. Si Faria tiene razón, ésta podría ser la forma de prevenir nuevas contaminaciones por VIH.
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